martes, 12 de julio de 2016

MOUSOLEO DE HALICARNASO



Mausolo era hijo de Hecatomno, aristócrata que había obtenido en 392 adC la satrapía de Caria (actual suroeste de Turquía) de manos de Artajerjes II. Se conoce muy poco de la juventud de Mausolo, aunque es bastante seguro que conoció al rey de Esparta Agesilao II.

Poco después del 360 adC se restableció el orden, y cuando Artajerjes III sucedió a su padre en la primavera del 358 adC, nada tenía que temer ya de los sátrapas. Escogió ignorar el comportamiento de Mausolo, que había pasado inteligentemente de ser de los últimos a unirse a la rebelión (conquistando parte de Lidia, Jonia e islas vecinas) a los primeros en cambiar de nuevo de bando traicionando a sus aliados (por lo cual fue recompensado con la anexión de parte de Licia). Y a pesar de que Mausolo tuvo que aceptar la presencia de una guarnición persa en Halicarnaso, actuó más o menos como gobernador independiente, razón por la cual se le llama rey en algunas fuentes.

Mausolo fue pues el gobernante más destacado de la satrapía de Caria, y en aquella época era habitual que el fundador de una ciudad recibiera los máximos honores y una tumba en su plaza central. Después de la muerte de Mausolo, en el 353 AC, su esposa Artemisia le sucedió en el gobierno e invitó a los mejores artistas grietos para que construyeran la tumba de su difunto esposo.
El resultado fue nada menos que una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, según las catalogó Antípatro de Sidón. El edificio fue diseñado por los famosos arquitectos Satiro y Piteo, inspirados por la arquitectura tradicional anatolia y griega. Aunque el mausoleo fue construído con ladrillos, éstos fueron recubiertos con mármol blanco de las islas de Proconesia (Mar de Mármara), con unos acabados espléndidos. El impresionante monumento póstumo se hizo famoso en su época y fue copiado en muchas ocasiones. Es muy probable que la arquitectura de la tumba de Alejandro Magno en Alejandría fuera inspirada por el edificio de Halicarnassos, que pasó a ser conocido como “el mausoleo”.

Desde la base hasta el techo, había una gran estructura (32×26 metros), una plataforma rodeada de 36 columnas (el Pteron) y, en la siguiente plataforma, una pirámide igual en altura al edificio que la sustentaba, de 24 escalones, que se iban estrechando a medida que la pirámide ascendía. Finalmente, la pirámide estaba rematada por una escultura a escala natural de una cuadriga de caballos, alguno de los cuales todavía se conserva hoy en día. El Mausoleo hacía un total de 50 metros de altura.
Hoy, los restos de este antaño grandioso monumento ofrecen una triste estampa. El sitio sufrió ya en la Antigüedad, pero en la Edad Media todavía impresionaba. En 1522, los Caballeros de Rodas lo destruyeron hasta la última piedra y emplearon muchos de sus restos en la construcción del castillo de Bodrum.

Los arquitectos escribieron un libro sobre el monumento que habían creado. Este libro fue conocido en tiempos de Roma por autores como Plinio el Viejo, que ofrece en sus crónicas una breve descripción de su contenido. Plinio dice que cuatro famosos escultores participaron en la construcción del Mausoleo de Halicarnassos: Scopas, Briaxis, Tomoteo y Leocares, que fueron responsables de la decoración en el este, norte, sur y oeste, respectivamente. Esculpieron brillantes relieves de amazonomaquia (temática de amazonas), como una famosa batalla entre soldados griegos y amazonas.

“Antes de que su tarea fuera completada“, dice Plinio, “la reina Artemisia murió. Los cuatro escultores no abandonaron su trabajo, sin embargo, hasta que no lo finalizaron, considerando que la obra era tanto un memorial de la pareja gobernante de Halicarnaso como de su propia pericia escultórica. Y hasta ahora, está por decidir cuál de las dos representaciones es más poderosa“.

Muy poca gente ha recibido un monumento funerario tan impresionante. El autor griego Lucio así lo apreciaba, y en sus Diálogos de los Muertos hizo hablar al Sátrapa Cario así:
“En Halicarnassos reposa sobre mis restos un enorme monumento como nadie más ha conocido, adornado en la mejor manera con estatuas de caballos y hombres, todo cubierto de mármol de la mejor calidad“.


http://www.3viajes.com/el-mausoleo-de-halicarnaso-una-de-las-tumbas-mas-bellas-de-la-antiguedad/

Faro de Alejandría

El Faro de Alejandría, fue una torre alta construida por el reino Ptolemaico entre 280 y 247 a.C en la isla costera de Pharos en Alejandría, Egipto, con el propósito de guiar marineros en el puerto.

Con una altura estimada diversamente en alguna parte entre 393 y 450 pies (120 y 140 m ), fue una delas más altas estructuras de la Tierra creadas por el hombre desde hace muchos siglos, y fue considerado como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Gravemente dañado por tres terremotos entre 956 y1323,  luego se convirtió en una ruina abandonada.


Recuerdo ilustre de aquella gran época fue, durante muchos siglos, el famoso faro de Alejandría. La navegación próxima a las costas, en días de niebla y por la noche, hizo imprescindible la colocación de grandes luminarias permanentes en determinados puertos y cabos del litoral Mediterráneo. A la época en que acabo de ocuparme corresponde una de las obras más importantes de los antiguos, considerada en aquellos tiempos como una de las siete maravillas del mundo. Me refiero al gran faro de Alejandría. Parece que este nombre de faro se debe al de la pequeña isla donde se elevó, a la entrada del puerto, y que sirvió después para denominar a todos los monumentos y aparatos que desde entonces han venido fabricándose para el mismo fin. Plinio y otros autores antiguos, describen la estupenda construcción que se levantó al noroeste de la isla de Pharos, durante el reinado de Ptolomeo Filadelfo, por los años 285 a 247 antes de Jesucristo. Su constructor fue Sóstrato de Cnido, hijo de Dimócrates, quien, a su vez, había sido arquitecto de Alejandro. Sobre una base de grandes bloques de vidrio -que no es atacado por el mar-, se elevaba una torre de mármol blanco, dividida en cuerpos cada vez más pequeños, hasta alcanzar los 160 metros de altura [Edrisi habla de 55 a 65 metros; otros autores lo elevan a 183]. En la parte superior se hallaba un gran brasero, encendido día y noche, con una especie de espejo de forma lenticular, el cual se ponía delante de la llama para enviar los rayos luminosos a distancia mayor. En el basamento de la gran obra se leía la inscripción: Sóstrato de Cnido, hijo de Dimócrates, a los dioses salvadores, por aquellos que navegan por el mar. Los árabes siguieron utilizando el famoso faro después de conquistar Egipto, en el siglo IX de nuestra Era. Un emperador de Constantinopla, para dificultar la navegación de de aquellos, decidió destruirlo; pero, careciendo de fuerza que oponer contra el califa, dueño del país, acudió a la astucia. Envió un emisario al poderoso Al-Walid, con la consigna de hacerle creer que había un gran tesoro en la base de la elevadísima torre. El califa ordenó su demolición; hasta que, advertido, quizá, del engaño, hizo suspender la tarea destructora cuando ya se había realizado en su mayor parte. Un terremoto sucedido en 1375 consumó la destrucción de la maravillosa obra debida a Sóstrato de Cnido. (A.Jiménez-Landi)

En la parte superior se hallaba un gran brasero, encendido día y noche, con una especie de espejo de forma lenticular, el cual se ponía delante de la llama para enviar los rayos luminosos a distancia mayor. En el basamento de la gran obra se leía la inscripción: Sóstrato de Cnido, hijo de Dimócrates, a los dioses salvadores, por aquellos que navegan por el mar. Los árabes siguieron utilizando el famoso faro después de conquistar Egipto, en el siglo IX de nuestra Era. Un emperador de  Constantinopla, para dificultar la navegación de de aquellos, decidió destruirlo; pero, careciendo de fuerza que oponer contra el califa, dueño del país, acudió a la astucia. Envió un emisario al poderoso Al-Walid, con la consigna de hacerle creer que había un gran tesoro en la base de la elevadísima torre. El califa ordenó su demolición; hasta que, advertido, quizá, del engaño, hizo suspender la tarea destructora cuando ya se había realizado en su mayor parte. Un terremoto sucedido en 1375 consumó la destrucción de la maravillosa obra debida a Sóstrato de Cnido. (A.Jiménez-Landi)
Construcción y destrucción

El faro fue construido en el siglo tercero antes de Cristo. Después de que Alejandro Magno murió de una fiebre a los 32 años, el primer Ptolomeo se proclamó  rey en el año 305 aC, y encargó su construcción poco después. El edificio se terminó durante el reinado de su hijo, el segundo Ptolomeo. Se tardó 12 años en completarse, con un costo total de 800 talentos, y sirvió como prototipo para todos los faros posteriores en el mundo. La luz fue producida por un horno en la parte superior y la torre se dice que se han construido en su mayoría con sólidos bloques de piedra caliza.  Construido a partir de grandes bloques de piedra de color claro, la torre se compone de tres etapas: una sección inferior cuadrada con un núcleo central, una sección octogonal central, y, en la parte superior, una sección circular. En su vértice se coloca un espejo que refleja la luz del sol durante el día, y un fuego encendido en la noche.

El faro fue gravemente dañado por el terremoto de 956, y de nuevo en 1303 y 1323. Los dos terremotos en 1303 y 1323 dañaron el faro en la medida en que el viajero árabe Ibn Battuta informó no poder entrar en la ruina. Por último, el remanente rechoncho desapareció en 1480, cuando el entonces sultán de Egipto, Qaitbay, construyó una fortaleza medieval en la plataforma más grande del sitio del faro utilizando algunas de la piedra caída. 

Investigaciones arqueológicas recientes 

Arqueólogos franceses dirigidos por Jean-Yves Empereur descubrieron restos del faro a finales de 1994 en el piso del puerto este de Alejandría. Imágenes satelitales posteriores han revelado nuevos restos. Es posible ir a bucear y ver las ruinas. La secretaría de la Convención de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático está trabajando actualmente con el Gobierno de Egipto en una iniciativa para agregar la bahía de Alejandría (incluyendo restos del faro) en una Lista del Patrimonio Mundial de los sitios culturales sumergidos.


http://www.maravillasdelmundo.net/siete-maravillas-del-mundo-antiguo/14-mundo-antiguo/48-faro-de-alejandria



martes, 28 de junio de 2016

ESTATUA DE ZEUS



Ubicación actual: No quedan restos de ella ya que se destruyeron (estaría en el sur de Grecia) Lo único que quedan son las ruinas en las que se supone que estaría aquella maravilla del mundo.


Creada en el año  430 a. C. por el célebre escultor Fidias, se encontraba en el templo de Zeus en Olimpia, Grecia. Su impactante obra fue destruida unos 800 años después, ya en tiempos del Imperio Romano, cuando se prohibieron los cultos “paganos” y se eliminaron todas sus imágenes.



Fue creada en el siglo V A.C, por Fidias. (Fidias: Fue el artista más famoso del mundo clásico, y el maestro que llevó la escultura a las cotas más altas de la perfección y por su ideal de serenidad y majestuosidad en la anatomía; esculpió muchas estatuas como una estatua de Atenas (Lemnia) realizada en bronce en el Partenón). Fue creada en la era clásica, civilización de florecimiento para Grecia y de ejemplo para las civilizaciones actuales.

Zeus era el dios de dioses, y como tal fue representado en dicha escultura. Medía alrededor de 12 metros de altura y ocupaba todo el pasillo central del templo. Formada de una estructura de madera por dentro, recubierta de otro y marfil. También llevaba cristal, algo muy valioso en aquella época. La estatua era Zeus sentado en un trono. En una mano sostenía un cetro y en la otra tenía una figura de la Diosa de la Victoria. En su cabeza llevaba una corona de Olivo. Estaba en el templo de Zeus, en Olimpia, donde se celebraban los juegos olímpicos en su honor.





Según los relatos de la época, la estatua mostraba a Zeus con el torso desnudo y una banda rodeándole. Su mirada se fijaba en algo que estaba por debajo de él, seguramente las plegarias de alguna persona, para darle a la estatua un aspecto a la vez poderoso pero paternal.


La imponente estatua fue esculpida como digo por Fidias, el mayor escultor griego, hacia el 430 aC en Olimpia y en honor al rey de los dioses. Tenía 12 metros de altura, el ancho ocupaba todo el pasillo del templo que la albergaba y estaba hecha de placas de oro y marfil sobre un bastidor de madera. Actualmente, no se conserva nada de esta estatua aunque han recreado la figura en distintas ilustraciones tal y como puedes ver en las dos imágenes que os adjuntamos.

Fin de la maravilla:

La gran estatua fue trasladada a Constantinopla en el siglo IV. Más al parecer, por el siglo V, la estatua sufrió un incendio que al parecer derretiría el oro y estropearía el marfil que recubrían la estatua y la estructura de madera de la estatua también.


Re descubrimiento actual:

La estatua fue destruida completamente así que no se pudo encontrar, pero sobrevivieron algunos restos del templo y en 1958 unos arqueólogos alemanes desenterraron las herramientas utilizadas por Fidias para construir la estatua, además de una taza rota en la que había una inscripción que rezaba "Pertenezco a Fidias".


 





http://culturaclasicadetercero.wikispaces.com/La+estatua+de+Zeus+en+Olimpia
TEMPLO DE ARTEMISA



Ártemis o Artemisa era una de las diosas más importantes del panteón griego, identificándose posteriormente con Diana en el ámbito de la religión romana. Esta diosa era la protectora de la caza, de los bosques y todos los elementos de la naturaleza, teniendo también una gran vinculación con la idea de la virginidad, de la protección de las niñas y las doncellas y de los procesos relacionados con la salud de las mujeres. También era la divinidad principal de la ciudad de Éfeso, que estaba situada en la actual Turquía, donde se construyó en su honor el gran templo que se convirtió en una auténtica leyenda como una de las maravillas del mundo.

El templo de Artemisa se construyó en un lugar en el que, según los historiadores, se había utilizado como espacio de devoción a la diosa tierra o madre al menos desde la Edad de Bronce. De hecho, antes de la construcción del templo que se convertiría en digno de admiración para sus contemporáneos, en ese mismo emplazamiento, había habido otro gran templo dedicado a esta diosa que quedó destruido tras unas inundaciones. Se decidió reconstruirlo con gran esplendor y, alrededor del año 550 a. C. comenzó la construcción de un nuevo templo, considerado generalmente el primer templo griego construido íntegramente por mármol.



Se encontraba ubicado en la ciudad de Éfeso (actual Turquía). Originalmente data del 550 a. C. El templo fue destruido, pero por orden de Alejandro Magno se reconstruyó a fines del siglo IV a.C.

Era un complejo de gran tamaño, donde sus distintas salas y monumentos eran designados con letras sucesivas del abecedario. Fue incluido por Antípatro de Sidón en la lista de maravillas del mundo antiguo. El templo fue reconstruido una vez, pero lo que queda de él es lo que quedó después de que un incendio provocado por un hombre llamado Eróstato lo dejara en ruinas.

El templo fue levantado por el Rey Creso en honor a la diosa de la luna y la caza. Su diseño y localización, con una capilla jónica que llamaba la atención a comerciantes, visitantes y religiosos, fue ideada por un arquitecto de Cretha llamado Cherisiphron. El templo no sólo escondía la imagen de Artemisa, sino que también había huecos para numerosas diosas más, como una de las más conocidas; Cibeles.



El templo, cuyas medidas eran de 114m de longitud y 54m de anchura, estaba equipado con 127 columnas jónicas con una altura de 60m cada una. Estamos ante una obra sin precedentes, donde el mármol era el elemento predominante y donde las escenas escultóricas de alto relieve llenaban las columnas de tambores. El interior era parecido a un museo, y además de contar con Dioses griegos, eran habituales las estatuas de guerreros amazónicos, pinturas en las paredes, detalles de oro y plata, etc.

No solo su construcción en mármol, que se popularizaría posteriormente, supuso una novedad para este templo. Sus enormes dimensiones también dejaron con la boca abierta a sus contemporáneos: estaba compuesto por 127 columnas de orden jónico de aproximadamente 13 metros de alto. Las columnas eran el aspecto más destacado de este templo en el que la estatua dedicada a Artemisa y el lugar de devoción propiamente dicho ocupaba un espacio relativamente pequeño entre este auténtico bosque de columnas que servían de pasaje que llevaba hasta ella. Según Plinio, decenas de estas columnas estaban decoradas con relieves de distinto tipo y en este templo se encontraban también los ricos regalos que se dejaban a la diosa, desde monedas hasta ricas joyas, pasando por todo tipo de objetos de gran valor en la época.



Delante de este templo, cuya fachada ya transmitía la magnificencia que se dejaba ver en su interior, se encontraba un cuidado jardín que se relacionaba con el ámbito de protección de esta diosa. Este templo, además, no era el único que se hallaba en la misma zona, pues había diversos edificios a su alrededor que los investigadores aún tratan de dilucidar. Su construcción tardó ciento veinte años en terminarse y, como no podía ser de otra manera dada su duración, participaron en ella varios arquitectos, entre los que destacan Quesifronte y Metágenes. Su magnificencia enseguida llamó la atención de sus contemporáneos y se convirtió en uno de los grandes monumentos del mundo griego.



¿QUÉ FUE DEL TEMPLO DE ARTEMISA?

Sin embargo, en el año 356 a. C., este magnífico templo quedó reducido a cenizas. El incendio que lo destrozó no fue accidental. Al parecer, un hombre llamado Eróstrato lo incendió para conseguir fama inmortal. Ciertamente, lo consiguió. Si bien las autoridades de la ciudad prohibieron que su nombre se volviera a mencionar para que el delincuente no consiguiera su objetivo, su identidad pasó a la posteridad, pues el historiador griego Teopompo lo menciona cuando describe lo ocurrido. De hecho, su nombre se hizo tan popular que acabó dando lugar a varios términos, como el llamado “complejo de Eróstrato” o el término “fama erostrática”, entre otros.


Dice la leyenda que, al mismo tiempo que ardía el templo, nacía Alejandro Magno y que Artemisa estaba tan ocupada velando por ese nacimiento que no pudo salvar su propio templo. El mismo Alejandro se preocupó por su reconstrucción y se ofreció a pagar por ella, aunque dicha reconstrucción no empezó hasta el mismo año de su muerte, en el 323 a. C. Este templo siguió el diseño del anterior, pero contaba con unas dimensiones aún mayores. Tenía 137 de largo, 69 metros de ancho y 18 metros de alto, con otras 127 columnas de esta última longitud soportando su estructura.



La reconstrucción de esta maravilla, que es la que podemos considerar que fue el edificio propiamente dicho que entró en esta peculiar lista, sobrevivió aproximadamente 600 años a su construcción. Existen variados testimonios de su apariencia e, incluso, durante la primera expansión del Cristianismo, diversos predicadores llegaron a Éfeso y fijaron sus vistas en el templo como forma de apoyar sus prédicas. De hecho, existía un testimonio apócrifo, que prácticamente se convirtió en una leyenda, que decía que el apóstol Juan predicó en el templo de Éfeso, sacralizando el lugar y provocando así que su altar explotara y el monumento se derrumbara. Pero esto dista mucho de ser cierto y no fue hasta el año 268 d. C. que el templo fue destruido durante un asalto de los godos a la ciudad de Éfeso. Posteriormente, sus restos se diseminaron y se usaron para construir otros edificios. El ejemplo más conocido es el de la Basílica de Santa Sofía, hoy mezquita, construida con columnas de este gran templo.



Poco se conserva hoy de esta maravilla del mundo. Varias expediciones arqueológicas llevadas a cabo durante la segunda mitad del siglo XIX se dedicaron a recuperar su memoria. Los restos más importantes del templo se conservan hoy en día en el British Museum de Londres, dado que las mencionadas expediciones estuvieron lideradas y financiadas por personas e instituciones británicas. Actualmente, en el sitio original donde se erigió el templo no quedan demasiados restos pero, solo con los pequeños fragmentos que nos quedan hoy en día, ya podemos imaginar la magnificencia de este edificio que conquistó la imaginación de sus contemporáneos.





http://sobrehistoria.com/maravillas-del-mundo-antiguo-templo-de-artemisa-en-efeso/
PIRÁMIDE DE GIZA



Está compuesta de 2.300.000 bloques de piedra, el peso de los bloques es variado y va desde los 900 hasta los 30 mil kilogramos. En su interior, la temperatura mantiene una constantemente de 20° C. Estaba cubierta de piedra caliza que la hacía reflejar la luz, como si fuera un espejo gigante.

No hay duda de que las pirámides de Egipto son unas de las obras arquitectónicas más impresionantes que se conocen. Para levantarlas se necesitaron 200 años y el trabajo de 100.000 hombres (en un principio se pensó que eran soldados, pero con el tiempo se ha demostrado que se trataba de obreros asalariados.



La pirámide fue además elegida maravilla de honor de las 7 del mundo antiguo por ser la única que aun perdura hoy en día. Por ello, y por ser la más famosa e impactante de todas las pirámides de Egipto, fue declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1979.

El cofre encontrado en la cámara del faraón es demasiado grande para pasar por los pequeños túneles de la pirámide, por lo tanto se debe haber puesto allí durante la construcción.



Está situada en las afueras de El Cairo, asentada sobre la meseta de Guiza, a 12 kilómetros de la ciudad. Sus comienzos datan de la IV dinastía del Antiguo Egipto, entre los años 2.545 y 2.575 a.C., cuando el faráon Jufu ordenó a su primo Hemiunu (arquitecto por aquél entonces) la construcción de las 3 grandes pirámides de la Necrópolis. Según el Papiro de Turín, la gran pirámide de Giza se construyó con 2 300 000 bloques de piedras, cuyo peso era de 2,5 toneladas cada una, con algunas secciones que podían alcanzar las 60 toneladas.

La Pirámide de Keops, también conocida como de Guiza, está alineada con otras dos: las pirámides de Kafrén y Menkaura, siguiendo las estrellas que forman el Cinturón de Orión. El pasaje para descender en la pirámide apunta a la estrella polar conocida como Alpha Draconis.



Junto a la gran pirámide se consideran también maravillas clásicas las de Kefrén y Micerino ya que junto a la de Keops configuran la tres pirámides de Gizeh que además son las únicas que permanecen en pie. Además, fue la edificación más alta del mundo durante miles de años, más precisamente hasta 1889, cuando se construyó la Torre Eiffel. Eso sí, la de  Keops, de 146 metros de altura y 230 metros de lateral, está considerada la más importante del conjunto monumental, que como ya he mencionado fue construido sobre el año 2570 aC como recinto funerario para el faraón Keops.

Keops tenía la pirámide más grande y la estatua más pequeña, si bien la Gran Pirámide de Guiza es la más grande, la estatua más pequeña encontrada de algún faraón pertenece a Keops. Mide solamente 7,5 centímetros y está hecha de marfil.


No fue construida por esclavos.

Por muchos años se pensó que la pirámide fue construida por miles de esclavos, pero los egiptólogos han aceptado que fueron muchos obreros calificados los que estuvieron al frente de este proyecto. El sobrino de Keops planificó la construcción y el faraón gastó mucho dinero vistiendo y alimentando a los obreros con productos de calidad.



Aunque su construcción siempre fue misteriosa, se sabe que el método más fácil podría haber sido con palancas de madera o bronce. Una vez establecido el primer escalón, se usaba una máquina hecha de troncos para elevar las piedras al segundo escalón, y así consecutivamente.



La cámara del rey, la cámara de la reina y la cámara nunca terminada son los tres sitios dentro de ella. Sin embargo, los expertos dicen que existe un cuarto espacio debajo de la cámara de la reina que es donde realmente fue enterrado Keops. Otros piensan que Keops nunca estuvo en la pirámide realmente.

En la base de la pirámide se encontró un pozo con un bote desarmado, el cual luego se ensambló y preservó en un museo. En las piedras que cubrían el pozo se encontró el nombre Dyedefra, hijo y heredero de Keops, quien probablemente puso el bote allí.




Tiene puertas giratorias

Además de esta pirámide, solo otras dos tienen este tipo de puertas: las de Huni y Snefru. Los tres eran hijo, padre y abuelo, respectivamente. Aunque pesa varias toneladas, la puerta giratoria de Guiza es muy fácil de abrir desde el interior y prácticamente imposible de hallar desde afuera.


EL COLOSO DE RODAS



Fue levantado a comienzos del siglo III a.C, entre el 294 aC y el 282 aC , en la entrada del puerto de la Isla de Rodas. El coloso representaba a Helios, dios del sol y estaba colocado en la entrada del puerto de Rodas. Fue la Maravilla del Mundo Antiguo que menos perduró, con tan sólo 66 años de duración . Según los testigos de aquellas épocas la estatua medía unos 32 metros de alto y a ello se sumaban 15 metros de su base de mármol (dimensiones similares a las de la Estatua de la Libertad, de 45 m de alto).

La gigantesca estatua fue construida por el escultor de Rodas, Cares de Lindos que necesitó doce años para terminarla. La base era de mármol blanco y la estructura fue gradualmente levantada con acero y piedra sobre los que se depositaban capas de bronce.

CÓMO SE FINANCIÓ?

Tras la muerte de Alejandro Magno se entablaron luchas entre sus sucesores, Demetrio «El sitiador», rey de Macedonia se enfrentó a Ptolomeo rey de Egipto. Demetrio solicitó una alianza con Rodas pero los rodios se negaron y Demetrio sitió la ciudad el 305 a. C. pero no pudo conquistarla. Para conmemorar la victoria los rodios vendieron el material bélico que había abandonado Demetrio y con el dinero que obtuvieron construyeron el coloso.

Era una estatua del dios Helios, al que había que sumarle un pedestal de entre 15 y 20 metros de manera que alcanzaba una altura total de casi 50 metros. Se mantuvo en pie hasta que en el año 226 aC fue derribado por un terremoto.




Todavía hoy existen dudas sobre la situación exacta del coloso de Rodas. Algunos historiadores sostienen que se encontraba flanqueando el puerto de la ciudad, con una pierna en cada lado del puerto. Sin embargo, estudios más recientes señalan que se encontraría en la Acrópolis de Rodas. Ojo, porque actualmente hay en marcha un proyecto para recuperar el Coloso de Rodas, aunque no creemos que Grecia esté en estos momentos para muchos proyectos.



El coloso de Rodas, no sólo representaba a Helios (Dios del sol) sino que también daba imagen a la valentía y poder inquebrantable de la ciudad. Para su levantamiento, fue necesaria la ayuda del escultor griego Cares de Lindos, que en el año 294 a.C. terminó de diseñar la imagen de su gigante de bronce. Después, tuvieron que pasar 12 años para que los obreros de Rodas terminasen de acoplar la última pieza de la estatua.

Pero el destino se cebó con la asombrosa obra arquitectónica. Un terremoto sucedido en el año 224 a.C rompió las rodillas de la estatua y el coloso acabó desplomándose al suelo. El gigante caído permaneció tendido en el suelo durante 900 años, y aun así su imagen continuaba atrayendo a viajeros y curiosos hasta la ciudad. Cuando los árabes conquistaron Rodas en el año 654 a.D., los restos se demolieron y fueron llevados a Siria, donde probablemente se vendieron por partes.




http://www.guiadegrecia.com/dodeca/coloso.html

http://sobrehistoria.com/siete-maravillas-del-mundo-antiguo/#6_El_Coloso_de_Rodas

miércoles, 22 de junio de 2016

Las siete Maravillas del Mundo Antiguo

La idea de Siete Maravillas se atribuye a los griegos  ya que de la lista clásica cinco de estos pertenecen   a construcciones helenísticas.  No obstante  desde el Siglo II A.C las distintas civilizaciones elaboraron sus listas de Siete Maravillas, los Autores romanos incluían cosas romanas, los religiosos cosas religiosas como el arca de Noé y los grandes historiadores como  Hero doto hacía referencia a las  Pirámides de Egipto y los Jardines Colgantes.

Relacionado con la lista suele surgir el tema de por qué Siete y no otro número. El Número  Siete era para los griegos un  número perfecto y místico. Siete son las veces que había que perdonar, siete los  días de la semana Las siete notas musicales: Los siete colores del arco iris.

De todas las listas  hechas por las distintas civilizaciones recién en la  época del renacimiento se definió  la lista  que hoy todos conocemos aunque hoy solo una de ella queda en pie podemos saber gracias a los historiadores de la época como fueron estas maravillas: 
Jardines Colgantes de Babilonia

Coloso de Rodas

Pirámide de Giza
Faro de Alejandría


Estatua de Zeus



Mousoleo de Halicarnaso

Templo de Artemisa